miércoles, 16 de septiembre de 2009

Carlos Varela, el pequeño gigante de Piratas

Debutó el fin de semana pasado en la temporada de baloncesto de la Copa Invitacional 2009. Tiene 18 años.

El torneo profesional de baloncesto en Colombia no les da muchas oportunidades a los jóvenes talentos. Sin embargo, en Piratas sobresale la figura de un muchacho de 18 años que ha hecho todo el proceso con el equipo bogotano.

"Me vieron jugando en un parque en mi natal Istmina (Chocó) y me llevaron", cuenta Carlos, de 1,98 metros de estatura. Llegó a la capital hace cinco años y ha ganado cuatro títulos con el equipo, además de la medalla de bronce en los pasados Juegos Nacionales, que se realizaron en San Andrés.

El fin de semana pasado jugó sus primeros minutos en la temporada profesional de baloncesto en el 2009, en los partidos contra Arrieros. Sin embargo, no fue su debut en el campeonato, porque ya había jugado el año pasado.

El balance fue una victoria y una derrota, pero lo más importante fue que estuvo por varios minutos en el campo ganando experiencia al lado de los mejores jugadores del país y algunos extranjeros, como Hernando 'Pichi' Torres, Heberth Bayona, Jairo Mendoza y Eleuterio Rentería, entre otros.

"Esto es una gran oportunidad que me da el profesor para demostrar que hay talento. Lo he mostrado desde infantil y acá estamos para ser los mejores", dice. El técnico del equipo, César Cassiani, considera que es muy difícil que jóvenes como él tengan la oportunidad en estos torneos, pero también cree en sus condiciones.

"Lo que pasa es que en Colombia la brecha entre los 18 y los 23 años es muy larga porque no hay competencias y se frena el desarrollo", analiza el estratega, que es a su vez como un padre para Carlos. "Él es mi principal apoyo y me ha dado la mano en todo momento. Es como mi padre y me ayuda en todo", agradece el joven que calza 48 y viene de hacer un campamento de la NBA en México.

Con el deporte quiere darse a conocer para jugar en el exterior y ayudar a su familia, compuesta por don Carlos Augusto, un contratista de transporte, y doña Ibeth, aseadora en un colegio de Istmina, además de tres hermanos.

"Sé que no puedo ser titular por ahora, pero trabajo para serlo y ellos (los experimentados) son una luz para mí", acepta.

Julio César Sandoval Silva
Redacción Deportes el tiempo.com

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